Intel ha perdido el tren de la IA, tiene graves problemas con su actual proceso de fabricación y sus resultados trimestrales han sido desastrosos. Después de haber recibido jugosas subvenciones del gobierno federal de EEUU y tras un recorte de 15000 empleados, espera poder coger fuelle financiero para dar un empujón a sus nuevas fábricas con ánimo de ponerse a la altura de TSMC.