Se ha presentado un nuevo controlador para Linux que implementa algunas primitivas de sincronización del núcleo NT con el que se consiguen aumentos espectaculares de rendimiento en Wine.
Ya ha salido la octava versión de Wine que viene con la posibilidad de llamar a bibliotecas Unix de 64 bits desde ejecutables PE de 32 bits, eliminando la necesidad de tener bibliotecas de 32 bits.
Wine permite ejecutar programas de Windows en varios sistemas POSIX como Linux o MacOS. En esta entrada, alguien explica cómo funciona y por qué no es un emulador.
La ABI de Windows para Linux, también conocida como Wine, tiene nueva versión mayor. Entre otras muchas novedades, se ha empezado a dar soporte a programas de 32 bits a través de las bibliotecas de 64 bits de Linux.
La API de Windows que funciona sobre Linux viene con cambios en Vulkan dentro de WineD3D, soporte para DirectShow y Media Foundation y el rediseño de la consola.
Los nuevos programas de Windows han empezado a hacer llamadas de sistema que van directamente al kernel sin pasar WinAPI. Esto está provocando que sobre Wine, Linux esté interceptando esas llamadas y dando error debido a que van dirigidas a Windows. Para solucionarlo, se ha propuesto un parche con el que sea posible redirigirlas a Wine.
La capa que da compatibilidad en Linux para los programa de Windows, ha recibido una actualización que viene con nuevas funciones de VBScript, mejoras para la biblioteca Quartz y un buen número de fallos corregidos en juegos y programas.