Rusia ha estado trabajando en un procesador con arquitectura propia que viene con 8 núcleos a 1.6GHz fabricados en el nodo de los 28nm. La CPU está destinada a ordenadores de oficina del gobierno y servidores. En este último caso, se pueden instalar hasta 256 procesadores con un total de 12TB de RAM. Además, permitirá la ejecución de programas x86 a través de un traductor interno con el que se tiene una penalización del 20% con respecto a usar software nativo.