PlugX es un malware que se descubrió en 2019. El gusano ha estado extendiéndose a través de pendrives por ordenadores de todo el mundo. Pero hace un tiempo, los desarrolladores abandonaron el servidor hacia donde se dirigían las comunicaciones. A pesar de ello, se sigue reproduciendo. Una empresa de seguridad ha decidido comprar el bloque de IPs a las que se comunica el programa y ha descubierto que se producen unas 100.000 conexiones desde IPs distintas al día.