Hasta ahora, cada transacción de Ethereum consumía la obscenidad de 262 kWh, prácticamente el consumo medio mensual de un hogar en España. Con la migración al paradigma de la prueba de participación, esa cantidad se ha reducido un 99%.
Se estima que los mineros de Ethereum se han gastado 15 mil millones de euros en tarjetas gráficas. Desde que ha comenzado la debacle de las criptomonedas, el precio de las GPUs ha bajado sustancialmente y ha aumentado la oferta de tarjetas gráficas de segunda mano.