El Wi-Fi no fue el primer método de transferencia inalámbrica de datos entre dispositivos cercanos. Las primeras PDA utilizaban infrarrojos, que permitían sincronizar las citas del calendario y las bandejas de entrada del correo electrónico, por ejemplo. Pero los infrarrojos son direccionales, así que para conectar la PDA y el PC había que apuntar al adaptador de infrarrojos y quedarse quieto durante varios segundos.