Hasta ahora, los fabricantes de ordenadores que usaban hardware de Intel, tenían la posibilidad de bloquear los controladores de forma que sólo fuera posible instalar los drivers proporcionados por el propio ensamblador. Cuando el soporte terminaba, los controladores no podía seguir actualizándose ni siquiera con los drivers proporcionados por Intel. A partir de ahora, será posible instalar los controladores de Intel sea cual sea la restricción que haya puesto el fabricante.