A diferencia de los fabricantes de procesadores domésticos, IBM ha hecho un especial esfuerzo en aumentar el rendimiento por núcleo de sus procesadores. En la actualidad, la tendencia es aumentar el número de núcleos manteniendo el rendimiento de cada unidad casi sin modificaciones generación tras generación. En el Next-Gen Z han puesto núcleos con un mayor tamaño físico, con más caché (nada menos que 256Mb de caché L3) y manteniendo los 5.2GHz.