La nueva versión de Windows parece estar ralentizando a los Zen+, Zen 2, Zen 3 y EPYC. La reducción del rendimiento llega al 15%. Hay un parche a la vista que soluciona el problema.
Hoy, 5 de octubre, Microsoft ha presentado oficialmente Windows 11. Requiere una CPU de 64 bits, 4GB de RAM, UEFI con arranque seguro, un módulo TPM 2.0 y una GPU compatible con DX12.
Los portátiles Dell XPS con Windows se sobrecalientan si se guardan en un maletín estando suspendidos. El problema lo provoca el Modern Standby que no suspende el ordenador sino que lo deja en un estado de bajo consumo (pero encendido).
Los usuarios de Firefox tendrán ahora más fácil hacer que ese sea el navegador por defecto en Windows. Mozilla ha facilitado la tarea mediante ingeniería inversa de Edge.
Microsoft ha dicho que no será posible saltarse los requisitos de hardware de su nueva versión de Windows cuando salga en octubre. Hasta ahora, era posible su uso en hardware sin TPM 2.0 haciendo un cambio en el registro de Windows.
Looking Glass es un programa que prepara una máquina virtual con KVM y Pass-through de la tarjeta gráfica, por lo que el rendimiento es similar al que se obtendría en una máquina física. El objetivo es acabar de una vez por todas con el arranque dual.
No se trata del requisito del TPM 2.0 sino de un requisito artificial que ha introducido Microsoft. Esto hace que posiblemente el sistema operativo no se pueda ejecutar en los primeros Ryzen, Threadripper, Skylake-X y en general, ninguna CPU Intel de antes de 2016.
Una de las cosas más interesantes es que tienen previsto dar soporte a finales de año a apps de Android en Windows 11 a través de la Microsoft y Amazon Store.
Una de las versiones más infames de Windows podría haber tenido un aspecto mucho más diferente del que tuvo finalmente. Esta es una presentación de 2003 mostrando el concepto que se esperaba.